El cultivo sin tierra ofrece grandes ventajas para el cultivador. Las principales ventajas son las estupendas posibilidades de control, un consumo de agua eficiente y el pleno aprovechamiento del substrato (NFT). El inconveniente es que se ha de gestionar más, porque en sistemas recirculantes se pueden producir rápidamente todo tipo de cambios; el alimento afecta directamente el cultivo y vice versa. Una intervención tardía o incorrecta puede tener inmediatamente unas consecuencias negativas.
¿Cómo cultivar en sistemas recirculantes?
En comparación con el cultivo en substratos con una gran capacidad amortiguadora de alimento y agua, por ejemplo tierra de cultivo o coco, en los sistemas recirculantes se debe prestar más atención a la alimentación de las plantas. Puesto que los sistemas de cultivo no contienen ninguna reserva de alimentos o una reserva alimentos muy limitada, cualquier cambio en el agua de alimentación tendrá directamente efectos sobre la planta.
Las plantas reaccionan inmediatamente al agua de alimentación; en tan sólo un día una planta sana se puede marchitar por falta de agua. Tanto las plantas como el alimento deben observarse y controlarse frecuentemente. Para un buen resultado final se necesita por supuesto un buen alimento.
Los siguientes factores son de gran importancia para un buen alimento en sistemas recirculantes:
- La composición mineral del alimento
- El volumen del depósito de alimentación
- El grado de acidez del alimento (pH)
- La concentración nutritiva (EC)
- La temperatura (agua y aire)
- La calidad del agua
Depósito de alimentación
Los depósitos de alimentación en los sistemas recirculantes han de controlarse frecuentemente y, si fuera necesario, deben rellenarse o renovarse.
Esto es necesario para evitar posibles deficiencias o acumulaciones de minerales.
La frecuencia de renovación depende de la intensidad del cultivo y del volumen del depósito de alimentación. El depósito de alimentación debe contener al menos 5 litros por planta. Cuanto más alimento haya disponible para las plantas, menos fluctuaciones habrá en la EC y pH.
Normalmente se ha de renovar el alimento después de 7 a 14 días. Si el alimento no se renueva a tiempo, se perturba gravemente el equilibrio entre las distintas sustancias nutritivas. Las sustancias nutritivas que se acumulan primero son calcio, magnesio, sulfato, sodio y cloruro.
¡Esto puede suceder sin que aumente la EC! Las sustancias nutritivas como el nitrógeno y el fosfato son las primeras que se agotan, de forma que pueden producirse deficiencias. Esto se manifiesta en las hojas grandes que se ponen amarillas (falta de nitrógeno) o en las que aparecen manchas moradas (falta de fosfato). La acumulación de sodio y cloruro causa retrasos de crecimiento.
Entre los turnos de renovación ha de rellenarse regularmente el depósito de alimentación hasta el nivel original. Empieza a rellenar al vaciarse el 25 a 50% del depósito. El mejor momento para rellenar la sustancia nutritiva es cuando ésta contiene unos 50% menos nutrientes que la solución original.
Si la planta crece en condiciones de mucha evaporación, lo mejor es añadir agua corriente. Esto sucede por ejemplo con temperaturas altas y una humedad del aire baja. De esta forma, la planta puede evaporar fácilmente el agua y se evita que la EC del alimento suba demasiado.
Puesto que el alimento se ha de renovar regularmente, en realidad no se puede hablar de un sistema cerrado. Por medio de filtros de osmosis inversa se pueden capturar minerales acumulados como sodio y cloruro para que no se necesite cambiar el alimento con tanta frecuencia.